miércoles, 2 de abril de 2014

Resumen del Libro, EL OLVIDO QUE SEREMOS

FICHA TECNICA DE LA LECTURA
TITULO: El olvido que seremos
DATOS BIBLIOGRAFICOS:

BIBLIOGRAFIA: (Faciolince, 2006)

 

Faciolince, H. A. (2006). El olvido que seremos. Bogota: Planeta Colombiana S.A.


RESUMEN: (Faciolince, 2006) dice que:   “en la casa vivían diez mujeres, un niño y un señor” (p. 11) donde la persona que el mas quería era su padre, e incluso llego a elegir a su papá sobre la religión, la hermanita Josefa una monja que lo cuidaba le decía que se iba a ir al infierno por el motivo de que no iba a misa a lo que él respondía: “Yo ya no me quiero ir para el cielo. A mí no me gusta el cielo sin mi papá. Prefiero irme para el infierno.” El sentía un amor inexplicable por su padre donde veía esa figura que el admiraba y quería ser como él, Héctor sabia el amor de un padre hacia su hijo y como consiguiente el amor que él tendría a los suyos.
Su papá le dejaba hacer todo lo que él quería pero tenía que cumplir unas reglas además de esto era demasiado exigente en la limpieza y más en la de sus manos, todo lo de su padre era lo de él e incluso el dinero; su madre les decía: “¡Niñas! A los profesores aquí les pagan muy mal, no ganan casi nada. No abusen de su papá que él es bobo y les da lo que pidan, sin poder.”(Faciolince, 2006: 15).
En la infancia de Faciolince existía una gran falta de identidad de género donde incluso logra expresar:
Tan confundido tenía yo el género gramatical, o tan confusa mi identidad, que la primera vez en la vida que conseguí peinarme, con el partido muy recto al lado derecho (el lado equivocado), les pregunte a mis hermanas:
-¿quede bien peinadita?
En mis oídos todavía resuenan las carcajadas de cinco niñas riéndose en coro. Desde eso no me he vuelto a peinar. (Faciolince, 2006 : 15)
La madre de Faciolince trabajaba en un una oficina del centro ya que por el poco pago que recibía el papá de él no bastaba para estar a fines de mes con dinero para algunas necesidades,  además de esto el padre de Faciolince prestaba plata a cualquiera que se lo pidiera y en casi la totalidad de las veces no era devuelta.
El padre de Faciolince trabajaba en la faculta de medicina donde llevaba a su hijo al menos una vez a la semana en su carro marca Plymounth  y “siempre que pasábamos al lado del anfiteatro le rogaba que me mostrara cadáveres. El siempre me respondía: «No, todavía no.» Todas las semanas lo mismo”, (Faciolince, 2006: 19). Mientras que Faciolince esperaba a su papá en la oficina cuando daba sus clases realizaba diversas actividades como dibujar, simular que copiaba en la máquina de escribir e incluso al llegar su padre le entregaba una hoja con líneas llenas de garabatos diciéndole que mirara lo que acaba de copiarle, el aprendía las letras del abecedario no por su forma o escritura sino por su sonido y al momento de aprender a  leer parecía como si el hubiese nacido sabiendo leer; aunque su léxico era muy grande siempre tenía la dificultad al pronunciar una palabra la cual era «párroco», además de esto era mal bailarín ya que su arritmia era totalmente notable, gracias a la paciencia que tenía el papa de Faciolince con él le enseño a mejorar sus errores escriturales y verbales, además de esto Faciolince (2006) afirma que para él empezó a ser un teclado la “representación más fidedigna de la escritura” (p. 21), lo que más gozaba era que su padre leyera sus escritos ya que aunque a veces no eran los mejores el apoyo de su padre le hacía seguir adelante con cada uno de estos; lo que lamenta es que de muchos escritos que realizo su padre no podrá leer a mayoría de estos.
La forma en la que se saludaban y expresaban su afecto padre –hijo ante los ojos de los demás era llamado como “mariquita y de niño consentido” (Faciolince, 2006 :  23). Ya que “en Antioquia el saludo entre hombres tenía que ser distante bronco y sin afecto aparente” lo cual no era este el caso.
(Faciolince, 2006) Encontró en un libro de apuntes de su padre: “si quieres que tu hijo sea bueno, hazlo feliz, si quieres que sea mejor, hazlo más feliz. Los hacemos felices para que sean buenos y para que luego su bondad aumente su felicidad” (p. 23)
Faciolince tenía más amor por su padre que por su madre, ya que pudo tener varias representaciones de estas en su infancia pero solo logro tener un padre el cual era la esa presencia constante que estaba en su vida.
El padre de Faciolince era alguien que se inquietaba por lo que pasaba a su alrededor, pensaba en la situación que vivían las personas más necesitadas y de que todos eran iguales no importara su color de piel, religión o etnia.
El primer colegio de Faciolince era uno de monjas donde todas sus hermanas estaban estudiando, era un colegio solo para niñas, pero dejaban estudiar varones aunque fueran muy pocos; el lugar donde estaba ya fuera su casa o escuela siempre estaba lleno de mujeres escasamente encontraba un hombre el cual era el chofer y un niño de la misma escuela, muchas veces no quería ir a la escuela y sacaba escusas para cumplir su cometido y su padre siempre lo defendía diciendo  ”el mejor método de educación es la felicidad” (Faciolonce, 2006 : 30)


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